Aunque muchas personas serían capaces de dormir encima de un palo, lo cierto es que hay otras muchas para las que conciliar el sueño y dormir toda la noche seguida sin despertarse puede convertirse en una auténtica pesadilla. Los problemas de sueño no son algo extraño, sino que afectan a millones de personas en todo el mundo. Por mucho que lo intentan, no consiguen dormir varias horas seguidas, lo que hace que al otro día se encuentren fatigados.
Dormir bien y descansar por la noche es clave para mantener una buena salud. Y es que mientras estamos durmiendo, nuestro cuerpo se relaja, se autorepara y elimina todas las toxinas que no son buenas para nuestro organismo. Por eso, es muy importante que durmamos 8 horas diarias, para evitar que nuestras capacidades se vean debilitadas, podamos combatir mejor el estrés, pensar con claridad, templar nuestras emociones y mantener sano nuestro sistema inmunológico. Según los expertos, existe una serie de hábitos y rutinas que pueden ayudarnos a evitar todos los problemas que suelen presentarse a la hora de irse a la cama. A continuación te lo contamos todo:
Prepara una zona de descanso apropiada
Si no contamos con una buena zona para dormir por la noche, puede que tengamos problemas para descansar bien. En primer lugar, debes contar con un buen colchón y una buena almohada, pero además todos los elementos del dormitorio deben estar pensados para favorecer el descanso. La estancia debe estar ordenada y contar con una iluminación tenue.
Márcate unos horarios
Si todos los días solemos irnos a dormir sobre la misma hora, nuestro cuerpo irá habituándose a esta rutina de sueño. Si tienes problemas para dormir, ponte todos los días una hora para irte a la cama e intenta cumplirla a rajatabla. Verás como en poco tiempo consigues quedarte dormido con facilidad y descansar bien durante toda la noche.
Ejercicios de relajación
Muchas personas, ante la desesperación de no poder conciliar el sueño, recurren a los somníferos. El problema es que crean dependencia, por lo que no deben usarse de forma habitual. En su lugar, es mejor optar por los ejercicios de relajación que ayudan a la mente a liberarse de la tensión acumulada. No olvides que el estrés es el peor enemigo del sueño.
No hagas comidas muy pesadas
Resulta mucho más difícil conciliar el sueño si hemos comido demasiado durante la cena. Puede que incluso te pases toda la noche dando vueltas en la cama. Por eso, es aconsejable que siempre cenes ligero y que lo hagas pronto para que la digestión se haya completado cuando quieras dormir.
No tomes bebidas con cafeína antes de dormir
Jamás tomes bebidas con cafeína unas horas antes de irte a la cama. La idea es que si las tomas, la cafeína ya no te afecte a la hora de dormir. Evita también beber alcohol, ya que, aunque puede ayudarnos a conciliar el sueño por la depresión del sistema nervioso, probablemente te despertarás varias veces durante la noche.
Alimentación sana
Además de cenar ligero, es importante que lleves una alimentación sana y equilibrada. De esta forma, no solamente tardarás menos en dormirte, sino que además el descanso será de mayor calidad.
Elimina todo lo que pueda distraerte
No es nada aconsejable que te duermas con aparatos electrónicos encendidos. Para poder dormir bien, debes apagarlos al menos media hora antes de irte a la cama. Ya sea un ordenador, la televisión o el móvil. De lo contrario, nuestro cerebro continuará activado por todos los estímulos que emiten.
Haz ejercicio
Si haces ejercicio a menudo será más fácil conciliar el sueño. Está comprobado que las personas activas físicamente descansan mejor, ya que su cuerpo está más fatigado cuando llega la hora de irse a la cama. Pero además su sistema circulatorio funciona mejor, lo que hace que se despierten menos durante la noche.
No hagas siestas muy largas
Lo más recomendable es no dormir por la tarde, pero si lo necesitas para recuperarte durante el día, intenta que no superen la media hora. Y es que, si hacemos una siesta de dos horas, no podemos pretender irnos a dormir a las 11 de la noche y quedarnos dormidos a los cinco minutos. Para poder dormirse con facilidad, es muy importante que el cuerpo esté cansado.