Ayudar a personas con discapacidad es gratificante, pero puede resultar complicado si no sabes cómo actuar, de qué modo interactuar o cómo ofrecer tu ayuda sin minusvalorar lo que pueden hacer por sí mismos. Es importante que tengas en cuenta cómo ofrecer apoyo y ayuda y con estos consejos te resultará más sencillo y grato hacerlo, igual que a la persona que reciba esta ayuda le hará sentirse mejor.
Cómo ayudar a personas con discapacidad: todas las claves
Conocer sus necesidades es clave para ayudar a personas con discapacidad
Si no sabes qué necesita, no puedes proporcionárselo. Así que es esencial que entiendas lo que cada persona necesita en cada momento. Si la persona tiene la capacidad de comunicarse, nada mejor que preguntarle de forma directa y educada, con naturalidad.
De hecho, lo ideal es que antes de ofrecer tu ayuda, preguntes si la desea. En caso de que rechacen tu ayuda, acéptalo sin cambiar tu actitud. Debes respetar su decisión. Aunque es cierto que en algunos casos no existe esta posibilidad, por ejemplo, en caso de una emergencia.
Crea un ambiente de confort como ayuda al bienestar de la persona con discapacidad
Cuando se trata de ayudar a un familiar con discapacidad o por trabajo debes ocuparte del cuidado y atención a personas con discapacidad, es clave proporcionarle un ambiente de confort. Es una ayuda esencial para su salud y bienestar.
En la medida de lo posible haz que disfrute de una temperatura de confort, ni muy calurosa en verano ni fría en invierno. Por salubridad, mantén limpias y ventiladas las estancias donde se encuentre. Y haz que se sienta cómodo donde esté sentado o tumbado.
Ten en cuenta la importancia de las ayudas técnicas para personas con discapacidad e implícale en las decisiones
Las ayudas técnicas hacen su vida más fácil y más segura al tiempo que te ayudan a procurar una ayuda y apoyo de mayor calidad. Recuerda que existen ayudas y subvenciones para la adquisición de este tipo de productos. Puedes encontrar una gran diversidad de ayudas a la movilidad en hedasa.com.
Ten en cuenta sus necesidades y, si tiene capacidad para comprender y comunicarse, consulta su opinión antes de adquirir o utilizar una.
Interactúa con naturalidad, comparte y disfruta de su compañía
Actuar con naturalidad es importante para que se sienta bien y pueda aceptar y recibir tu ayuda con dignidad. Como con cualquier otra persona con la que pases tiempo, si es receptiva y quiere tener ese tipo de relación, comparte puntos de vista, historias y experiencias.
De esta manera construiréis una relación positiva enriquecedora para ambos, tendréis un mayor sentido de la comprensión mutua y podrás prestar una mejor ayuda a la persona con discapacidad.
Explica qué vas a hacer para ayudar a la persona con discapacidad
Cuando vas a prestar tu ayuda en acciones como mover a la persona, dirigirla a un lugar o asearla, entre otras, es importante que verbalices los pasos que vas a realizar, con independencia del tipo de discapacidad de la persona: movilidad reducida, discapacidad intelectual, discapacidad visual…
Decir en voz alta de forma clara y comprensible el paso que vas a dar a continuación, le hará estar preparado y no sentirse abandonado en tus manos.
Respeta y fomenta las capacidades de la persona con dependencia
Por lo general y salvo en los casos más graves, que una persona tenga algún tipo de discapacidad, no quiere decir que no tenga otras capacidades que es importante que conserve y no pierda. En la medida de lo posible, pon en valor esas capacidades, permite que las utilice y, mejor aún, fomenta que haga uso de ellas.
Mejora su autonomía
En la mayor parte de los casos las personas con discapacidad pueden gozar de cierto nivel de autonomía. Apoyar esto y procurar que aumente, es un aspecto clave para su ayuda y cuidados. Existen recursos, planes y herramientas para ayudar a su autonomía.
Observa y recuerda cuando ayudas de forma habitual a una persona con discapacidad
Cuando ayudas de forma reiterada a una persona con discapacidad, es importante que observes cómo se siente ante cada tipo de ayuda, momento o situación. Recordarlo te ayudará a ser más cuidadoso la siguiente vez y tener en cuenta sus preferencias.
Eso no quita que debas seguir preguntando, porque como te puede ocurrir a ti mismo, lo que un día te gusta o apetece, otro no. Pero siempre irás mejor encaminado a ofrecer una ayuda que le haga sentirse bien, es más probable que entiendas lo que quiere, y será más cómodo y grato para ambos.