Ya estamos en verano y como cada año, todos estamos deseando disfrutar de un baño refrescante en la piscina comunitaria de nuestra vivienda. Y al decir todos, hablamos también de aquellas personas que por diversos motivos sufren algún tipo de discapacidad o las personas mayores que pueden encontrar ciertas dificultades para poder hacerlo.
Por eso, hoy queremos hacer hincapié en la importancia del acondicionamiento de piscinas para personas con discapacidad.
Las piscinas son uno de los equipamientos de ocio más comunes en nuestro país, tanto en negocios turísticos como en complejos deportivos o a nivel particular en viviendas con piscina propia o en urbanizaciones con zonas comunitarias. Además, la natación es una de las
actividades que más beneficios aporta a nuestro cuerpo, ya que favorece nuestro sistema muscular, nuestros huesos, nuestro sistema circulatorio y respiratorio.
Pero además es una actividad que pueden practicar sin problemas aquellas personas que padecen una minusvalía o disfrutar simplemente de un baño refrescante y relacionarse con otras personas, lo cual es muy positivo también para su salud mental.
Por eso, es extraño que muchas piscinas actualmente no se encuentren adaptadas para estas personas y que no cuenten con sistemas de accesibilidad para que puedan disfrutar de ello. Claro que esto suele ocurrir únicamente en las piscinas de uso privado, ya que en el ámbito público la normativa fomenta la eliminación de barreras arquitectónicas para hacer la vida más fácil a las personas con
discapacidad.
Así pues, muchas piscinas hoy en día no están acondicionadas adecuadamente para que estas personas puedan tener el mismo derecho de uso y disfrutar de un baño refrescante. Paradójicamente contamos con una gran variedad de sistemas especiales para facilitar la entrada y la salida de la piscina a estas personas. Por eso, debemos pensar en ellos y ponernos en su lugar para que seamos conscientes de las dificultades a las que se enfrentan cada día y adaptar la piscina para que puedan usarla igual que los demás. A continuación presentamos algunos de los aspectos en los que es posible mejorar el acondicionamiento de las piscinas para personas con discapacidad.
1. Rampas de entradas a desnivel
Una rampa en una piscina es una de las formas más sencillas de hacer que sea accesible. Estas pendientes están sujetas a los mismos estándares que las rampas de acceso en tierra.
2. Rampas Zero-Entry
Este tipo de rampas son en realidad una parte del suelo de la piscina que facilitan el acceso de las personas con discapacidad de forma progresiva a través de una suave pendiente que ocupa el ancho de la piscina.
3. Montacargas
Para aquellas personas con problemas de movilidad en las piernas el montacargas es la mejor opción. Estos elevadores funcionan como un ascensor y pueden ser usados sin ayuda, pues su manejo es muy sencillo y no requiere ningún tipo de esfuerzo o habilidad.
4. Muros y gradas de transferencia
Los muros de transferencia se encuentran al borde de la piscina, casi al mismo nivel que la superficie del agua. El usuario puede colocarse en paralelo y pasar fácilmente de la silla al muro tomando como apoyo las barras perpendiculares ancladas al muro y de aquí al agua.